Un data logger (en español, “registrador de datos”) es un dispositivo electrónico que tiene el objetivo de registrar la temperatura de 4 sondas Pt1000 externas. Existen diferentes modelos en el mercado para medir las diferentes condiciones ambientales.
Aunque los hay de diferentes tamaños y diseños, todos recopilan distintos parámetros. Por ejemplo, en Mesel contamos con data logger con sensor tanto interno como externo, adaptables a procesos de muy distinta naturaleza y especializados en temperatura.
Entonces, ¿en qué sentido es más completo que un termómetro? En lugar de limitarse a recoger datos en el momento, es un dispositivo de control a largo plazo. Esto permite comparar el histórico de lecturas y ayuda a validar procesos o detectar fallos en la eficiencia.
¿Cuál es el funcionamiento del data logger?
¿A dónde va a parar toda esa información? Los datos que se recogen quedan grabados en una memoria electrónica no volátil y son transferibles a una PC por medio de USB-C.
Cuando se traspasan los límites predeterminados, existe la opción de configurar una alarma acústica que incluye zumbador, así como LED y LCD.
Además, en conformidad con los requisitos de la norma EN ISO/IEC 17025, el data logger incluye un certificado de calibración con trazabilidad metrológica.
Aplicaciones de los data loggers
A pesar de que su uso puede estar destinado a diferentes industrias, son especialmente apropiados para aquellas que deben basarse en una norma ambiental estricta. Ese es el caso, por ejemplo, de las siguientes aplicaciones:
- Industria farmacéutica
- Industria alimentaria
- Galerías de arte y conservación histórica
- Servicios médicos
- Otros