Los sensores RTD -acrónimo de los términos en lengua inglesa Resistance Temperature Detector– son dispositivos de medición de la temperatura mediante resistencia.
En pocas palabras, el sensor detecta y mide cualquier cambio de temperatura gracias a la variación de la resistencia eléctrica de un material conductor. La resistencia eléctrica de un material se modifica de acuerdo a un coeficiente de temperatura o coeficiente térmico que va variando el material.
A continuación ampliamos más información sobre su funcionamiento.
¿De qué materiales son los sensores RTD?
Siempre, los sensores RTD están compuestos de hilos de materiales con coeficiente de temperatura positivo, como el cobre, níquel o platino. Este último, el platino, es uno de los más utilizados.
¿Cuáles son las ventajas del platino? Básicamente, ofrece una gran estabilidad a largo plazo. También resiste en perfectas condiciones sin ceder a la corrosión y tiene la capacidad de detectar un rango de temperaturas que oscila desde los -200ºC hasta superar los 800ºC positivos. Son conocidos los ejemplares PT1000 o PT100 (Más información en el post del blog “Sensor de temperatura PT100”).
Cuando las temperaturas que esperan alcanzarse son menores y no superan los 260ºC, otra buena opción son los sensores RTD con hilos de níquel. Resultan más económicos y ofrecen buenas características.
No obstante, tanto el níquel como el platino son materiales delicados. Para impedir que se dañen con facilidad, suelen estar protegidos con una envoltura externa fabricada con materiales más resistentes. Por ejemplo, algunos de los cuales se emplean son el acero inoxidable, aleaciones de aluminio resistentes o cerámica.